A lo largo de este artículo de opinión se habla acerca de aquello que muchos padres hacen, como puede ser el exceso de caprichos hacia sus hijos y por lo tanto una falta de contacto con la realidad, mientras que lo que deberían hacer sería todo lo contrario. Sin embargo, muchos padres se dedican a "educar a sus hijos como a señoritos, con la desventaja de que no tenemos mayordomos ni capitales que dejarles en herencia". Haciendo referencia a esta frase, me ha resultado verdaderamente apropiada, pues la verdad es que nunca lo había visto desde esa perspectiva, es decir, nuestros padres nos lo dan todo cuando ellos en realidad son meros trabajadores y no son para nada ricos. Además, considero que hoy en día casi todos los padres educan a sus hijos con un exceso de mimos y caprichos, unos más y otros menos, pues no hay más que ir a un colegio a la hora de la salida y ver a un millón de madres sobreprotectoras que no piensan dejar que a sus hijos les roce ni el aire y que si el niño le pide unas chucherías se las va a comprar con tal de que su hijo no llore, y por supuesto, para que el resto de madres no vean un escándalo por parte de su hijo. Este tipo de situaciones las he podido presenciar en varias ocasiones, y además de parecerme ridículas, lo que esos padres no saben es el tipo de educación que le están dando a su hijo, y por consiguiente, el problema que esto le puede acarrear en el futuro.
A continuación, la autora de este artículo nos cuenta su experiencia personal. Nos dice que su padre era un hombre moderno que ayudaba en casa, y que tanto él como su madre educaron a sus hijos a partir de unos pilares fundamentales, como puede ser no comprar todo lo deseado, enseñar a hablar con respeto o corregir ciertos aspectos y también poner una serie de límites.
Supongo que esto es lo correcto y lo que todos los padres deberían hacer si quieren que sus hijos sean personas con futuro y preparadas para la vida real.
Por otra parte, una de las cosas con las cuales estoy de acuerdo es que a pesar de que el carácter de una persona venga fijado en el nacimiento, la educación es la que va a definir nuestra personalidad. Considero que la educación es fundamental y que ya puedes tener los genes que tengas, pero si te han educado durante tu vida de una determinada forma tu personalidad va a venir en base a esa educación.
Otra frase que me ha parecido muy apropiada es la de "mejor que lloren los hijos que no que lloren los padres". Personalmente, siempre he escuchado a mi abuela decir esto, ya que sería impropio que un padre llore la muerte de un hijo, aunque por desgracia esto sucede. La verdad es que da mucha rabia que tus padres no te permitan hacer ciertas cosas, como llegar a casa a horas más tardías. En el texto la autora dice que con el tiempo entiendes por qué tus padres hacían eso, cosa que yo ya entiendo, pues soy consciente de que me puedo encontrar con múltiples peligros, pero mis padres tienen que entender que es algo normal en un joven.
En resumen, la autora nos habla de la generación nini, la cual se está creando a consecuencia de la mala educación ejercida por parte de los padres, aunque bajo mi punto de vista, los hijos también tienen parte de culpa y son los que deben darse cuenta de lo que están haciendo.
Personalmente, creo que mis padres me han educado lo mejor que han podido, no sé si mejor o peor, y para ser sincera, muchas veces me han dado lo que les he pedido. A pesar de esto, no me considero una partícipe de la generación nini, y aunque mis padres me han inculcado unos valores yo he sido la que he decidido estudiar y ser como soy. Es cierto que ellos han participado en gran medida durante la creación de mi personalidad, pero es uno mismo el que toma la decisión de ser de un modo u otro. Así que considero que los padres son en parte los responsables de la generación nini, pero somos nosotros, los hijos, los que tenemos que darnos cuenta del futuro que nos estamos forjando y por eso debemos hacer todo lo posible para remediarlo.
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